Esclavitud y Tráfico
En el año 2000 los gobiernos de China y Vietnam firmaron un acuerdo para luchar contra el tráfico de mujeres. Cada año decenas de miles de niñas y jóvenes chinas y del sudeste asiático son condenadas a ejercer la prostitución o el matrimonio forzosos. Engañadas con promesas falsas, vendidas por su familia o secuestradas, son sometidas a la esclavitud. Autoridades vietnamitas indicaron que serían más de 10 mil las mujeres vietnamitas vendidas a hombres chinos. Sólo 1.800 habrían logrado escapar y volver a su país, acompañadas, en muchos casos, por los hijos que habían tenido con el esposo -secuestrador- chino. La escasez de mujeres chinas hace que las de países vecinos sean muy codiciadas, tanto para la prostitución como para el matrimonio.
De acuerdo a la Organización Mundial para la Migración, un grupo de ayuda intergubernamental con sede en Ginebra, en el sudeste asiático viven en condiciones de esclavitud unos trescientos mil niños y mujeres. Las víctimas son, generalmente, campesinas pobres, dispuestas a aceptar cualquier oferta de trabajo. Es frecuente que sean los propios padres quienes las venden, poco después del nacimiento. El nacimiento de una primogénita en el seno de una familia campesina china significa, muchas veces, que la segunda (y última) oportunidad sólo está reservada para un hijo varón, fundamental para que el nombre de la familia sea preservado y que durante la vejez los padres estén debidamente cuidados. El nacimiento de una segunda hija se percibe como una calamidad.
El precio de una novia robada es variable, pero se estima que el valor oscila entre los 600 y mil dólares, precio equivalente a varios años de trabajo, pero de todas formas menor a la dote que un hombre debe pagar a los padres de la esposa potencial. Ante la carestía de mujeres, los padres muchas veces especulan alzando el precio de la dote.
En febrero de 2002 el periódico Los Angeles Times informaba que, de acuerdo a estadísticas gubernamentales, 6.800 mujeres chinas habían sido declaradas como raptadas o desaparecidas. En el artículo se señalaba lo dudoso de esta cifra, que según expertos estaría muy por debajo de la realidad. Ese mismo año fueron rescatadas 7.660 mujeres; varias volvían con hijos.
Actualmente las autoridades se comprometieron a proteger a las niñas y dijeron que las personas que maten, abandonen o lastimen a niñas o que maltraten a sus madres, serán castigadas duramente.
Además, el gobierno ofrece incentivos económicos a las familias que sólo tienen una hija en las zonas rurales. Aunque las regiones rurales del país se han convertido en un área clave y es más difícil, porque allí es deficiente la red de seguridad social y se mantiene la preferencia tradicional por herederos varones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario