Después de dar a luz, una madre china tradicionalmente se recupera durante un mes quedándose en casa sin hacer nada más que comer, descansar y dormir. Durante este tiempo no debe comer platillos que contengan mucha sal ni nada frío tales como helados o bebidas frías, col, retoños de bambú, naranjas y muchas otras frutas y verduras. Al contrario, la madre debe consumir alimentos ricos en proteínas y calorías, tales como huevos, arroz, fideos, azúcar negra, jengibre, pollo, pescado y riñones de cerdo. Dos platillos típicos que no deben ser excluidos durante el mes posterior al parto son ma-yu-chi (pollo estofado en aceite de sésamo y vino de arroz) y sheng-hua tang (un brebaje de semillas de durazno, jengibre, hierbas chinas y vino de arroz).
miércoles, 7 de noviembre de 2007
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